Análisis económico: Coronavirus: Las turbulencias que genera en los mercados financieros
EMILIANO COTELO (EC): El dólar interbancario subió ayer otro 2,5% y pasó los $ 45. Eso se dio en un marco de fuerte turbulencia en los mercados financieros internacionales.
Concretamente, las bolsas de Estados Unidos cayeron más de 10% en una sola jornada, incluso cuando la Fed había anunciado el domingo de noche una serie de medidas extraordinarias para tratar de traer tranquilidad al mercado.
¿Por qué no surtieron efectos esos anuncios? ¿Cómo compara la magnitud de esta crisis con la que vimos en 2008-2009, por ejemplo? Con estas y muchas otras preguntas sobre la mesa, les proponemos repasar el panorama de los mercados financieros internacionales en diálogo con la economista Tamara Schandy, socia de la consultora Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Empecemos ubicando a los oyentes en algunos números clave. Con el desplome de estos últimos días, ¿cuán grande es la caída acumulada en las bolsas internacionales?
TAMARA SCHANDY (TS): Realmente enorme. S&P casi -30% vs. 19/2, que fue el pico (casi 3.400 puntos)
Otras bolsas con matices, pero todas con caídas muy fuertes. En algunos casos con caídas DIARIAS realmente sin precedentes. La semana pasada hubo un día que la bolsa de Italia cayó más de 15% en una sola jornada. Alemania, que dentro de todo viene teniendo un manejo relativamente “exitoso” de la crisis sanitaria vio una baja del DAXX de 24% entre la semana pasada y hoy; y de 34% si consideramos lo que va de 2020.
En los emergentes también. En Brasil, por ejemplo, el Bovespa perdió más de 15% solo la semana pasada y 39% en lo que va del año.
RA: ¿Son caídas comparables a las de la crisis de 2008?
TS: S&P para simplificar. En la crisis del 2008 la caída máxima (desde el pico que había sido en octubre de 2008 al mínimo que se vio en marzo de 2009) fue de 57% Bastante más de lo que vimos ahora.
Hay también otros antecedentes históricos donde la caída acumulada fue mayor.
Pero igual hay dos temas a marcar:1) Que todavía no sabemos si estamos cerca del piso. La magnitud de las bajas día a día es realmente sorprendente.
2) Que la baja se está dando mucho más rápido que en otros episodios de crisis.Y con enorme volatilidad, en las últimos días vimos alternarse subas y bajas de 8%, 9%, 10% y más, cosa que es absolutamente anómala. Anómala para un día y más para varios días seguidos.
El máximo de VIX en la crisis de 2008 fue de 80,86 el 20/11/2008 , hoy el VIX llegó a 80,07. En términos de volatilidad, entonces, estamos en situación comparable al punto más álgido de la crisis anterior.
RA: El mercado cayó ayer incluso cuando la Fed había salido fuerte “al rescate” el fin de semana. ¿Podemos explicar brevemente los anuncios? Son medidas inéditas.
TS: Sí. Por segunda vez en lo que va de la crisis el anuncio fue en sesión extraordinaria, fuera del calendario de reuniones previsto. Lógica de “sorprender” al mercado. Varios anuncios el domingo: Llevó tasa FF rate a cero por primera vez en la historia. Concretamente, bajó 100 pbs a rango de 0% y 0,25%. Eso trata de bajar el precio del dinero en la economía y estimular el crédito.
Bajó las tasas de préstamos de emergencia que la Fed le puede dar a los bancos. La recortó en 125 pbs (a 0,25% anual) y prolongó el plazo a 90 días. Esto busca mitigar impactos de eventuales problemas en los bancos por la disrupción que están teniendo sus clientes en sus actividades.
Anunció que en el día de ayer reiniciaría su programa expansivo de compra de bonos, lo que en la crisis anterior aprendimos a llamar “quantitative easing”. En un mecanismo alternativo para ser expansivo en la política monetaria cuando ya no queda espacio para bajar la tasa de referencia o cuando se entiende que eso tiene eficacia limitada.
RA: ¿Es comparable la reacción entonces a la que tuvo en la última crisis?
TS: Tasas en cero es aún más drástico, aunque es verdad que ya partía de tasas más bajas. QE es el mismo tipo de herramienta extrema que usó en la última crisis. El monto igual por ahora es algo menor. El fin de semana el paquete anunciado fue de unos US$ 700.000 millones. En la crisis anterior hablábamos de una crisis de corazón financiero; y el QE fue mayor. Se hizo en tramos. El QE1 fue de US$ 600 mil millones pero después vino un QE1 extended de US$ 750 mil millones. En total en aquel entonces fue algo equivalente a 9% del PIB, los anuncios de este fin de semana equivalen a aprox 3% del PIB.
Igual es una especie de “bazooka”. La Fed está jugando fuerte para contener los impactos recesivos de esta crisis y para intentar que no crezca en magnitud la parte financiera de la crisis.
RA: Aún así los mercados bajaron fuerte ayer.
TS: Sí. Es que es muy fuerte el temor por la distorsión que la propagación del coronavirus y las medidas que están tomando los gobiernos generan en la actividad económica. Ayer por ejemplo Trump dijo que había que evitar toda reunión de más de 10 personas. En Francia también hay una especie de lockdown general. O sea, cosas similares a las que empezamos a ver en Uruguay, pero a una escala aún más estricta. Y todo ese freno de la actividad no estaba previsto. En el último mes las proyecciones se vienen revisando sistemáticamente a la baja, pero hasta hace una semana era más bien por el impacto negativo que se preveía de una menor demanda china. Es muy reciente esto de que además hay una afectación directa en las economías locales de la mayoría del mundo occidental. Y las bolsas parecen reaccionar fuerte a eso.
Y hay un matiz importante frente a otras crisis. Esta vez el origen del shock no es económico y además supone una fuerte disrupción por el lado de la oferta, de la capacidad de producción. La gente no va a trabajar, las fábricas se paran. Ante ese tipo de shock, obviamente la política económica tiene una capacidad más limitada para contrarrestar los efectos recesivos que cuando se trata de una crisis de demanda.
RA: ¿Y qué pasa con los estímulos que se puedan dar por el lado del gasto público o de los impuestos?
TS: Allí hay más expectativa, por la positiva. Por ahora se han visto algunas medidas expansivas, por ejemplo en China, Italia, Alemania, e Inglaterra y Estados Unidos. Los programas generalmente apuntan a brindar apoyo a las pequeñas y medianas empresas y a reforzar el sistema de salud pública, pero en general se espera que sean ampliados en las próximas semanas. En un contexto de tasas de interés tan bajas, además, no debería haber excusas para no tratar de apuntalar la economía por este lado. Obviamente el razonamiento no es tan así para países emergentes que pagan tasas más altas y tienen un menor acceso al financiamiento, pero en los países del G7 la expectativa es que veamos una política fiscal expansiva más contundente.
Quizás es llevar el argumento a un extremo, pero Blanchard ponía ayer en twitter: “De facto estamos en guerra (contra un virus, en vez de entre países), pero tengamos en mente que el déficit de Estados Unidos en 1942 fue a 12% del PIB, en 1943 de 26%, en 1944 de 21%, en 1945% de 20%”.Y la dejó picando, ése es el tipo de conversaciones que está en nuestra profesión hoy.
En definitiva, estamos en un escenario de extrema incertidumbre. Las políticas monetaria y fiscal de las grandes economías deberían jugar a favor de mitigar los impactos recesivos, pero la verdad es que hoy tenemos tremenda incertidumbre económica por la propia incertidumbre sobre la propagación del virus, por los temores por la capacidad de los sistemas de salud a nivel global, pero también por el grado de virulencia que ha adquirido la crisis a nivel financiero. Quiero cuidar el tono aquí y enfatizar que esto bien puede terminar siendo transitorio (con escenarios de recuperación “en V”), pero por el momento estamos viendo a los mercados financieros con una reacción sumamente adversa, que seguramente justificará medidas adicionales de política económica en las próximas semanas.